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martes, 27 de octubre de 2009

Botijos de Oro a las Bellas Artes

La presentación de Rubén Lara Cruces, que así se llama el guitarrista que abría paso a la entrega de los Botijos de Oro a las Bellas Artes, corrró a cargo de María Victoria Verdú. Rubén nace en Cañete La Real y es pariente del gran cantaor José Serrano Ramírez “Pepe de Cañete”. Alumno aventajado de la Escuela Municipal de Flamenco, pilla flamencura por todos lados: directamente, de Antonio Soto, por ser su maestro; del gran bailaor Pepito Vargas y de José Gabriel Campos Reyes “Kiko”, ensayando con sus alumnas; de los guitarrista Gabriel Cabrera y Paco de Ronda, y de sus compañeros cantaores, a quien se brinda siempre generosamente. Como experiencia importante podemos contar de él que el pasado año debutó en el Teatro Cervantes de Málaga, que ha actuado repetidas veces en la Peña Juan Breva y que volvió a un escenario trayéndonos una soleá, un tema inspirado en sus dos grandes maestros: Paco de Lucía y Antonio Soto. Recibió un fuerte aplauso.

La lectura del acta en la que se otorgan los “Botijos de Oro a las Bellas Artes”, V Edición, que debiera leer la secretaría de “Calle del Agua”, Pilar Bugella Traver, fue leída por Jesús González, dada la afonía que sufría nuestra querida compañera. No por ello dejó de recibir el aplauso que merece, por su entrega a esta publicación y el respaldo moral que siempre recibo de su amistad.

Comenzamos con presentar un documental sobre los galardonados. Lo iniciamos con Antonio Arjona Sepúlveda, escultor, viendo parte de su espléndida obra. Cedí el honor de la entrega del Botijo de Oro a las Bellas Artes a Joaquín Villanova, alcalde de Alhaurín de la Torre, mientras me cabía el honor de hacerle entrega del diploma que recoge tal nombramiento. Nuestro alcalde hizo público el compromiso de que la obra que se instalará en la rotonda del Encuentro será La Vela, una monumental obra nacida de manos del creador Antonio Arjona.

Continuamos con un documental sobre “Las Malagueñas”, comenzando la entrega del galardón Botijo de Oro a las Bellas Artes por la cantaora Dolores París Rodríguez, Loli París, a quien tuve el honor de imponerle nuestro escudo de oro. Jesús González le hizo entrega del diploma y Loli París tomó la palabra para dar las gracias, visiblemente emocionada. Pedí la presencia de Paco Mora que recitó un poema dedicado en la persona de Loli París y a su huella en el cante flamenco.

Pedimos la presencia de la bailaora Carmen Fernández Parra, Carmelilla “La Terremoto”, que habíamos dejado para el final.
Después de disfrutar del reportaje fotográfico que se proyectó, pedí subir a Pepito Vargas, el genial bailaor, pareja de Carmelilla durante muchos años , para que le impusiera dicho galardón, un honor que cedí gustosamente ya que Pepito Vargas es el bailaor con más solera de Málaga. Entregué el diploma acreditativo a Carmen Fernández y Paco Mora le recitó un poema con el arte que acostumbra. Carmen, emocionada y feliz, recibió el aplauso del público, aplauso más que merecido y compartido con Pepito Vargas.

La despedida flamenca estaba prevista a cargo de Rosi Navarro "La Divi", al cante. Vino acompañada por Fran Vinuesa a la guitarra y por la bailaora Ana Fernández, que en esta ocasión acompañó a las palmas. Rosi, con la garra y la flamencura que la caracterizan, nos cantó por Alegrías y bulerías, para las que subieron casi todos los artistas flamencos que se encontraban en la sala: junto a Las Malagueñas subieron Jorge Berges, Chaparro de Málaga, que brindó su galardón Taranto de Oro a los asistentes, y su hijo Jóse - haciendo compás, para comérselo-; Paco de Ronda, Alejandro de la Bahía, Pepe Amaya, Beatriz “La Suiza” y Estefanía, del Cuadro Flamenco de Las Malagueñas; Ana, Kiko, Rubén Lara…y yo. La Clausura del Acto, prevista en el ceremonial, así como el documental del cierre, quedaron suspendidos sin darnos ni cuenta, inmersos en el arte del momento, un broche por bulerías en el que todos intervinieron, derramando su arte y poniendo el mejor y más flamenco punto y final. Bueno, punto y final no, punto y seguido.

Hasta el próximo mes de diciembre, con la revista número nueve. Muchas gracias a todos, asistentes y colaboradores. Un lujo teneros como amigos.

*Por las palabras que me dedicó Jesús González en su presentación, debo pensar que tiene que quererme mucho, pero, por aguantarme cada día, tengo la certeza. No sé qué sería de mí sin su compañía. Gracias, Jesús, por todo.

Esa misma tarde había recibido una importante llamada, todas las que recibí lo fueron porque se agradece mucho el apoyo de los amigos, pero ésta me emocionó sobre manera porque, al descolgar el móvil me encontré con la voz de Paco de la Torre, alcalde de Málaga. Su aliento me hizo subir la moral unos pocos de grados. Su imposibilidad de asistencia y la de Rosa Francia, su esposa, por estar recién operada, están más que justificadas. Gracias llenar de elogios esta publicación y por trasmitirme sus sentimientos. Su corazón y el de Rosa estuvieron conmigo. Gracias, y que haya mejoría.

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